Orígenes
La Universidad Católica de Cuyo, comenzó siendo el sueño universitario y apostólico de un sacerdote que eligió la Región Cuyana como lugar para desarrollar su tarea pastoral: Monseñor Francisco Manfredi.
Siempre con sus sueños a cuestas, recorrió y conoció mejor que muchos las calles y familias sanjuaninas.
Y así trascendió sin pretenderlo en su obra educadora.
Renuncia, entrega, laboriosidad, firmeza y método complementaron la gratuidad de una fe grande y una prudente espera.
La Universidad Católica era para el padre Manfredi un gran desafío, y como una de sus grandes características era “finalizar toda clase de obras que se proponía comenzar, no sólo soñaba con ver a toda su amada juventud enriqueciendo y perfeccionando sus conocimientos, sino que siempre aspiró a que su soñada Universidad, día tras día fuera adquiriendo un prestigio cada vez mayor.
Dios lo bendijo con 90 años de vida, lo que le permitió ver su obra consolidada y encaminada.
La idea de fundar un instituto educativo con proyección universitaria se cristalizó a partir de la creación del Instituto Pre Universitario San Buenaventura un 4 de mayo de 1953, hasta que llega el momento que funda la propia Universidad Católica de Cuyo que tuvo sus sedes en Mendoza y en San Luis, bajo el amparo y protección de San Buenaventura, Doctor de la Iglesia.
Desde la fundación de la Universidad Católica de Cuyo, el Gran Canciller es el arzobispo de San Juan , y fue el pionero Monseñor Dr. Audino Rodríguez y Olmos. Le sucedieron en esta misión, Monseñor Dr. Ildefonso María Sansierra, Monseñor Dr. Ítalo Severino Di Stefano y en la actualidad Monseñor Alfonso Delgado Evers. En San Luis esta tarea fue acompañada por los Obispos de la Diócesis, Monseñor Emilio Antonio Di Pasquo, Monseñor Carlos María Cafferata, Monseñor Dr. Juan Rodolfo Laise y en el actual transitar, Monseñor Jorge Luis Lona, quien fuera incluso decano de la Facultad de Ciencias de la Alimentación en la sede central en San Juan.
El espíritu y misión de la Universidad Católica de Cuyo tiene su principio y fin en Cristo y su obra de salvación, por ello la leyenda de su escudo reza “Testimonium de Lumine”, porque es y se siente Testimonio de la Luz del Evangelio que ilumina al hombre y lo libera del pecado.
Quienes tuvieron la tarea de la conducción como rectores de la Universidad Católica de Cuyo fueron, su fundador y primer rector Monseñor Francisco Manfredi, sucediéndole en su misión a partir de l987 el Dr. Pedro Luis María Martín, el Dr. Juan Carlos Guillermo Krebs, y en la actualidad la Dra. María Isabel Larrauri.
Los lazos con San Luis se iniciaron en 1964, cuando se incorporó la Escuela Superior de Servicio Social “Pío XII”, en la que se dictaba la carrera de asistente social.
La Universidad Católica de Cuyo, poco a poco afirmó los logros obtenidos en la Provincia, y cobró gran impulso desde 1987 con la apertura de nuevas carreras, esto demandó mayor número de docentes y generó un aumento considerable en la cantidad de alumnos.
En 1987 la Universidad Católica de Cuyo abrió las carreras de Licenciatura en Servicio Social y Enfermería, y en 1989 la de Periodismo y Locutor Nacional.
Los grandes hitos que vivió en las últimas décadas la Sede San Luis se sucedieron en 1990 con la apertura de la carrera de Contador Público, en 1995 con la carrera de Abogacía y en 1997 a partir de la inauguración de su edificio propio, en el solar donde inició su misión en la Provincia la obra de Don Bosco.
A partir de 1994 la Universidad Católica de Cuyo en San Luis comienza a vivir una marcada reestructuración, con la aparición de unidades académicas que hoy constituyen las actuales Facultades de Ciencias Económicas y Empresariales, de Derecho y Ciencias Sociales, y de Ciencias Médicas. En dicho año se instituyó el cargo de Delegado Rectoral, que desde 1994 ostenta el Dr. Javier Vera Frassinelli, quien lo representa ante la Sede y cumple funciones de nexo entre las unidades académicas y las autoridades de la Universidad.
La Universidad Católica de Cuyo había crecido lo suficiente como para necesitar una sede exclusiva y el 4 de abril de 1997 comenzó su ciclo lectivo en su nuevo edificio, en Felipe Velázquez 471, lo que significó una auténtica conquista, que supone desde el punto de vista material más espacios y mejores alternativas para la esencial tarea académica. Este edificio fue totalmente restaurado y refaccionado para adaptarlo al funcionamiento de la Sede San Luis, por ello se adecuaron los espacios para el funcionamiento de aulas, oficinas administrativas, despachos para autoridades, sanitarios y playón deportivo. En 1998 se inauguró la segunda etapa de obras en el edificio adyacente al principal, en 1999 se inauguró el auditorio “Santo Tomás Moro” con butacas confortables para 220 personas y en 2000 se inauguró la nueva biblioteca, a la que se impuso el nombre del fundador de la Universidad Católica de Cuyo, “Monseñor Francisco Manfredi”.
Año a año, respondiendo a la demanda de educación superior que tiene la provincia de San Luis, esta casa de estudios abre nuevas carreras de grado y postgrado, en 1995 empieza a dictar la Licenciatura en Comunicación Social, en 1996 la Licenciatura en Enfermería a distancia, en 1997 la Licenciatura en Comercio Internacional y Enfermería en la ciudad de Villa Mercedes. Continúa su crecimiento en 1998 con el dictado de la Licenciatura en Tecnología de los Alimentos en Villa Mercedes y Licenciatura en Obstetricia en San Luis. En 2000 abre la carrera de Profesorado Docente junto con la Licenciatura en Nutrición y Corredor de Comercio y Martillero Público. En 2001 inicia el año lectivo la carrera de Licenciatura en Gestión de Instituciones Educativas y Diplomado en Dirección de Empresas; en 2002 comienza el dictado de las carreras de Kinesiología y Fisioterapia, Acompañamiento Terapéutico. Año a año se fueron incorporando nuevas carreras como: Licenciatura en Hotelería y Turismo, Licenciatura en Sistemas de Información, Licenciatura en Diseño de Comunicación Visual, Licenciatura en Administración de Empresas, Profesorado EGB I – II y Veterinaria.
A partir de 2005, funciona la Escuela de Negocios, que ofrece a la comunidad distintos Doctorados, Maestrías, Cursos de Especialización y Servicio de Consultoría Externa.
A partir de 2001, la Universidad Católica de Cuyo incorporó a su proyecto educativo a los Colegios “San Luis Rey” y “Santa María”.
Toda esta obra desarrollada en San Luis se hizo realidad con el inestimable trabajo, esfuerzo, responsabilidad y conducción de quienes desde los inicios de la Sede San Luis fueron sus autoridades.
La Universidad Católica de Cuyo ofrece a la comunidad sanluiseña un presente pujante y consolidado, a través de sus carreras, sus colegios y sus alumnos, a lo que se suman su plantel docente, empleados administrativos y de maestranza. Sus egresados están insertos en la comunidad, cumplen funciones en distintos puntos del país, y con su desempeño prestigian a esta Casa de Estudios.
Hoy la Universidad Católica de Cuyo está arraigada y es reconocida en la región, y continúa su permanente tarea de brindar una adecuada e integral formación a la juventud.
Después de más de 60 años de labor en esta Casa, seguimos convencidos que el objeto de la vida universitaria es ni más ni menos, como dijo su santidad Juan Pablo II es, “formar profesionales con excelencia académica y con el compromiso de ser Testimonio de la Luz de Cristo”.
Nuestra Misión
La Universidad Católica de Cuyo forma personas integralmente, con aptitud para desarrollar sus capacidades en constante búsqueda de la verdad, iluminada por la revelación católica, a través de la investigación, la conservación y la comunicación del conocimiento, con una permanente actitud para recrear el continuo diálogo entre la razón y la fe.
Nuestra Visión
Una Universidad afianzada en la calidad de sus servicios académicos y administrativos, capaz de generar una estructura de soporte para su mejora continua, y con una actividad académica fortalecida por la capacitación de sus profesores y por la excelencia de su actividad intelectual. Una comunidad educativa que, como miembro de la Iglesia, genere un ámbito propicio para la participación de sus integrantes en la actividad pastoral.